Aunque parezca muy difícil montar una malla de ocultación, es más fácil de lo que parece. Aquí tienes todos los pasos a seguir para montar la malla como un profesional.
Medir bien la superficie a ocultar
Para no quedarse a medio colocar una malla, es muy importante saber cuántos metros de largo y de alto necesitamos cubrir. Siempre es mejor comprar un poco más de malla que quedarse corto.
En caso de querer poner doble malla para tener una ocultación totalmente opaca, se tendrá que comprar el doble de malla.
Preparar los materiales fijadores
Las mallas se pueden fijar con distintos elementos dependiendo de dónde tienen que ir ( vallas de alambre, madera, piedra…) . Se pueden fijar con alambre, bridas, clavos, grapas, abrazaderas…
Instalar la malla
Si ya tienes los materiales para fijar, es la hora de colocar la malla a su sitio. Siempre es mejor hacerlo con 2 personas ya que sinó es muy fácil que la malla no quede totalmente en tensión y pueda provocar el efecto vela, rompiéndose enseguida.
Fijar la malla en vallas
Mientras vas apoyando la malla en las vallas de alambre, vallas de aluminio, marquesinas, postes de madera, id fijando con alambres, bridas, grapas o clavos. Poner tensores cada 50cm.
Sobre todo tensar muy bien la malla.
Fijar la malla en la pared
Poner la malla extendida encima de la pared y marcar los puntos que tienen que ir las fijaciones.
Retirar la malla y con un taladro hacer los agujeros correspondientes y poner los tacos adecuados.
Volver a poner la malla y atornillar.
Unir diferentes mallas
Para unir dos mallas es tan sencillo como agarrar los alambres que fijan las varillas de una malla y con unas alicates fijarlas con la otra malla.
Acortar una malla
Si te sobra un trozo de malla, sólo tienes que aflojar o cortar los alambres que sujetan las varillas, quitar las necesarias, y dejar unos 10cm de más, para que la malla quede más compacta.
Si tienes que cortar por la parte de arriba, sobre todo cortar por encima de los alambres de sujeción dejando 5 cm de distancia.
Proteger una malla acortada
Una vez que hayas quitado las varillas necesarias para reducir la malla, coge los alambres y los vuelves a tensar, para que la malla no se deshaga.